Centro social El Roser

El equipamiento concentra la totalidad de los servicios sociales de la ciudad, un programa innovador que lo convierte en la primera instalación integral de este tipo en España.
La propuesta consiste en la transformación de una transformación. La prisión, construida en el año 1929, había sido convertida en escuela en 1979. Esta intervención previa se aprovecha para realizar un proyecto en el que los distintos estratos temporales dialogan entre sí, llevando a cabo un proceso de selección que muestra las capas constructivas ocultas y sus distintas alteraciones, destacando su valor. El proyecto respeta y recupera la edificación original, descubriendo su estructura y la tipología constructiva de la época, oculta hasta ahora, con la intención de evocar una imagen de austeridad.
La intervención trabaja a diferentes escalas. Por un lado, se establece una dialéctica entre los nuevos elementos, de carácter más etéreo, ligero y tectónico, contrastando con la composición y los materiales minerales estereotómicos de la estructura existente, más pesada. Por otro lado, a la geometría de la planta en H, que rodea dos patios, se le realizan unas nuevas aberturas transversales que, a través de las visuales, la permeabilizan a modo «palladiano», eliminando la estanqueidad de los espacios. En otra escala más doméstica, los elementos como ventanas o núcleos húmedos se introducen por tangencia reforzando la idea de palimpsesto.