Proyecto de 30 viviendas de promoción pública en un entorno periurbano de nuevo crecimiento con vistas a la sierra de Collserola. El edificio se plantea con una imagen abierta y extrovertida, con terrazas continuas en todas las fachadas priorizando el confort exterior, las vistas al paisaje lejano y al jardín comunitario. 

El proyecto organiza la planta cuadrada sobre la base de un esquema de franjas concéntricas, situando la sala de estar-comedor y las habitaciones en la franja exterior, y la cocina, la zona de baños y el espacio de distribución en la franja interior, consiguiendo una vivienda compacta sin pasillos. El atrio, en el centro de todo, aparte de ser un espacio de socialización, también funciona como un espacio intermedio y un mecanismo de regulación térmica; se cierra en invierno y se abre en verano favoreciendo la ventilación de las viviendas, utilizando el efecto chimenea solar y el efecto Venturi. Así, el edificio se caracteriza por tener un factor de forma dinámico, compacto en invierno y disipador en verano. Las terrazas perimetrales son espacios intermedios de uso privativo y exteriores que permiten la regulación térmica solar mediante toldos proyectables, bloqueando la radiación en verano y captando los rayos solares de los meses más fríos. 

Se propone una estructura de hormigón armado visto para maximizar la inercia térmica de las viviendas, sin instalaciones vistas ni falsos techos. La solución material es 100% mineral. Los acabados son sin revestimientos ni mantenimiento, con un envejecimiento noble con el paso del tiempo.