Una Aldea para Niños Oculta en el Bosque

Este proyecto fue encargado por una escuela Waldorf en Nairobi, con una profunda conexión con la naturaleza y basada en la Antroposofía. Debía construirse de forma rápida, económica (250 $/m²) y temporal, debido al arrendamiento limitado del terreno por 10 años.

La idea fue crear una aldea infantil dispersa en un bosque de árboles nativos, preservando una antigua casa para aulas adicionales. Inspiradas en las manyatas maasai y otras arquitecturas vernáculas de Kenia, las aulas tienen formas suaves y espirales, ubicadas estratégicamente en los claros del bosque para integrarse armónicamente con el entorno natural.

Uno de los elementos más distintivos del proyecto fueron los «muros con vida»: paneles de policarbonato rellenos con tierra y hojas recolectadas en el bosque. Estos muros permiten ver insectos, raíces y organismos en movimiento, conectando a los niños con la biodiversidad. La solución respondió también a las necesidades de rapidez y bajo coste, y generó una estética única y cambiante.

La construcción involucró a estudiantes, familias y docentes, fortaleciendo el sentido de comunidad. Se reutilizaron materiales de aulas antiguas: maderas transformadas en barandillas, tejas en bordes de caminos, bidones como lavamanos, y troncos en pantallas del comedor. Un antiguo contenedor fue adaptado como biblioteca.

Además, para reducir el impacto ambiental, la tierra local se mezcló en los pisos de las aulas y senderos, minimizando el uso de cemento. El resultado es un espacio educativo temporal, sostenible y profundamente enraizado en su contexto natural y cultural.