El agua bajo el jardín parte del entendimiento de la cultura material que marcó el crecimiento de la provincia de Málaga. Desde los intercambios del día a día malagueño en el puerto, a los paisajes productivos agrícolas condicionados por la orografía del lugar. El análisis de las construcciones de dichos paisajes será clave, así como los sistemas de aprovechamiento hídrico y la configuración de las redes infraestructurales a nivel territorial.
El proyecto es concebido como un conjunto de arquitectura semi-enterrada, que dota el entorno industrial de un nuevo paisaje en transformación. La horizontalidad se contrapone gracias a las torres de vivienda, que intersecan con los intercambios sociales del día a día del barrio de la Unión.
Como si un sistema tradicional de irrigación se tratase, cada elemento responde con un diseño arquitectónico propio capaz de adaptarse a la lógica metabólica de la ciudad.
El sistema de tratamiento de agua regula el caudal, las soluciones estructurales atienden a necesidades de ventilación y comunicación vertical, y las viviendas se conciben como prototipos autosuficientes que participan del conglomerado final.
Y por último, la construcción del paisaje cierra la propuesta. Se potencia la regulación natural con la transformación topográfica para dar paso a un jardín cambiante que se beneficia de la lógica metabólica de los procesos programas propuestos y a su vez beneficia a quien lo habite.