KUNSTSILO forma parte de la transformación del antiguo puerto industrial de Odderøya en un nuevo polo cultural. El proyecto rehabilita un silo de grano funcionalista (Korsmo & Aasland, 1935), una infraestructura que había quedado obsoleta, y lo convierte en un museo de arte contemporáneo que integra arte, ciudad y paisaje.

Desde una lógica de circularidad, se reutiliza esta gran estructura industrial para un nuevo uso público, reconectando con el tejido urbano y el frente marítimo. Se preserva la expresividad del hormigón original mediante operaciones precisas: una planta baja permeable, un mirador público sobre la cubierta y una terraza activa como plataforma urbana. Estas acciones abren el edificio a la comunidad, transformando lo industrial en espacio cívico.

La incorporación de nuevos volúmenes sigue el ritmo compositivo original, ordenando la parcela en diálogo con la Ópera y la Escuela de Cultura. Interiormente, un corte a 21 m genera la gran nave central –Silosalen–, espacio público cubierto y corazón abierto del museo. Concebido como una basílica contemporánea, articula la circulación vertical y conecta los niveles expositivos. Esta operación surge de un riguroso estudio estructural y geométrico del conjunto de cilindros.

El edificio emplea materiales duraderos, desmontables y reciclables; los derribos fueron reutilizados. Utiliza calefacción distrital (District heating) tanto en obra como en uso, y está zonificado térmicamente: la Silosalen, con menores requerimientos, optimiza el rendimiento. KUNSTSILO demuestra cómo la arquitectura puede reactivar herencias industriales desde una mirada sensible, sostenible y social.