Olimpo Nômade

Olimpo Nômade es una ciudad itinerante para los artistas de un festival de música. Es el lugar donde se preparan los músicos antes de una actuación y donde liberan la tensión con sus pares tras el concierto o la sesión. Es un ciudad ligera, plegable, transportable, galáctica que, allí donde se despliegue, ha de servir de fondo y soporte de experiencias memorables, de encuentros míticos.
En su primera implantación se desplegó sobre la arena de la playa de Portimão, en el Algarve portugués. Una serie de dispositivos daba servicio a las necesidades del festival, dando a su vez forma a una colección de plazas y zonas de descanso y recreo exteriores significadas y protegidas del sol mediante diversos tipos de palmas y redes de pesca.
El conjunto palatino convoca en un oasis de arena y palmeras a un donut estirado, unas burbujas y un palacio reflectante con la capacidad de desaparecer en el entorno.
El donut es un salón, una estructura continua, sin aristas, blanca e inflable de 500 m2 intersecada por un cilindro y un prisma triangular amarillo, que hace la función de exclusa de aire, acceso y salida de emergencia. En su interior, hay un patio tranquilo, con palmeras.
El campamento de burbujas son los camerinos. Cada una de ellas está formada por dos pompas de distinto tamaño: una hace de vestuario y la otra, con un gran hueco abierto al cielo, sirve para divertirse con amigos y componentes del equipo antes de salir a escena.
El palacio agrupa tres camerinos para los «cabezas» de cartel. Un cubo perfecto de espejo sobre una estructura de andamio de 9×9×9 m, horadado en cada cara por un vacío de 3×3×3 m que hace de terraza privada y acceso independiente. En la cubierta, un mirador de moqueta azul y peto reflectante parece volar sobre el entorno, un objeto extraño como traído de otro planeta.
El objetivo del proyecto es proveer al festival de una infraestructura práctica, ligera, duradera y plegable que pueda ser almacenada y transportada en la mínima cantidad de contenedores, y que mantenga su vigencia estética la mayor cantidad de años posible, sin renunciar por ello a cierta monumentalidad mítica. Un olimpo portátil para unos dioses contemporáneos.