En los límites del paisaje. Pabellón de Música en la Alameda de Osuna
Maite Rodríguez GonzálezEl Jardín histórico El Capricho (Madrid) fue ideado por la Duquesa de Osuna como lugar de recreo, con vocación de reunir a personajes interesados en la cultura del arte y conocimiento. Se propone un pabellón de música en homenaje a María Josefa de Pimentel por su mecenazgo en el mundo cultural y artístico, con el fin de atraer a nuevas generaciones.
Consiste en un jardín cercado por tapias en su perímetro que separan el paraíso de lo cotidiano. Pero ¿qué sucede en su límite, en la línea que delimita el interior del exterior?, ¿a cuál de estos dos mundos pertenece?
Situado en el límite del jardín, tras la enorme masa arbolada, una puerta se abre hacia otro misterio, planteando el límite como comienzo y adoptando la postura romántica de búsqueda insaciable de lo desconocido. El objetivo es permanecer dentro: una circulación sin fin dentro de un sueño imaginario.
En esta voluntad de alcanzar el infinito, el proyecto se nutre de los conceptos empleados por Borges en sus laberintos: la idea de infinito y el principio del orden. La estructura consiste en una repetición del mismo elemento estructural, el pórtico, generando un lugar determinado cuyo interior es potencialmente infinito, sin tratar de ser un acontecimiento caótico.
Se propone una construcción tectónica frente a la estereotómica del muro existente. Un sistema estructural de pórticos de acero que se altera haciendo levitar la fachada, enfatizando la idea de infinitud al percibir continuidad en el plano horizontal del suelo y reforzando la relación interior exterior.